Optimizar recursos es un objetivo constante para todas las empresas, y, por ende, aprovechar las ventajas de la logística inversa o de reversa, es una medida que cada vez más empresas integran en sus operaciones.
La logística de reversa es la gestión de actividades y procesos relacionadas con la reutilización de productos y materiales; es decir, el traslado, desde los consumidores de vuelta a los fabricantes, ya sea para ser reutilizados o reciclados, o bien desechados o destruidos adecuadamente, según el caso, aprovechando capacidades existentes.
En Solistica, es una de las actividades logísticas y procesos que hemos implementando desde hace más de 3 décadas, con servicios que van desde recoger, y reubicar los inventarios, hasta gestionar los residuos y destrucciones de producto, ofreciendo tanto soluciones de transporte, como de almacenaje, e incluso de mantenimiento vehicular.
A través de la gestión integral de la logística, somos capaces de contribuir con nuestros clientes a la disminución de costos en la última milla, a la vez que aportamos indicadores de Gestión OTIF, entre otras mediciones, y agregamos valor con nuestra plataforma TMS (Transport Manager System) y el Sistema de Administración de Transporte – STAR.
Así, hoy en día podemos contar casos de éxito en nuestros logros, como el aporte que hemos logrado realizar en Colombia en cuanto a logística de reversa.
Para Jorge Bayona, director comercial de Solistica, la clave es el enfoque en el cliente final.
“Al final del día, es él quien requiere, pone la orden, consume, y genera la satisfacción desde el punto final de la cadena, hacia atrás, entonces esa satisfacción es absolutamente clave”.
Y según explicó en videoconferencia para la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) de Colombia, hay dos puntos críticos para que esa satisfacción exista: “que la maximización de los recursos y la reducción del desperdicio suceda para que el modelo sea económico, sostenible, y, sobre todo, escalable. Y por el otro lado, que sea sostenible desde el punto de vista del medio ambiente”.
Centros de consolidación y tecnología de punta, claves en la logística inversa en Colombia
En el caso de Colombia, continúa Bayona, “el punto de origen se convierte en el que en algún momento fue el punto destino de nuestra cadena normal de abastecimiento. Actualmente hacemos la recolección de estos productos de diferentes maneras, ya sea en pequeños vehículos, vehículos grandes, o incluso aéreos”.
“Todo esto se lleva al centro de Consolidación, como el centro de distribución que tenemos en Bogotá, en la zona de Montevideo, con más de 40 mil m2, en el corazón de la ciudad, completamente integrados a nivel 3PL, con cadena de frío, más 10 mil m2 de almacén, completamente certificado, etc.” Y lo mismo, añade, en otras ciudades como Medellín y Cali.
“En los casos en los que el cliente requiere hacer una disposición de inmediato, centralizamos en el centro de distribución y ahí mismo queda completamente integrado, re procesando e integrando de nuevo a los inventarios. En caso de que la mercancía lleve diferentes tipos de procesos, como transferir un producto nuevo para que sea redistribuido sin necesidad de volver a las bodegas de los clientes, por ejemplo, reacondicionamos los procesos de maquila a las operaciones 3PL que tenemos en las diferentes partes del país, según sea el caso”, explicó.
“Y luego, ya sea la destrucción o potencial donación de los empaques… Todo esto requiere un sistema y un soporte tecnológico de punta, absolutamente interconectado. Y sabemos que la conectividad, la efectividad de la comunicación, los puntos de contacto, y la colaboración, incluso con otros factores del mercado, son críticos”.
La respuesta de Solistica a esa necesidad, es el sistema CREO (Comunicación y Retroalimentación Efectiva y Oportuna), una herramienta tecnológica para dar visibilidad a la mercancía, “y a todo el proceso de cómo está avanzando el envío, con el cliente, con el ejecutivo de venta, con el auxiliar de ruta, con los transportadores, etc., y según quien sea, vamos conectando desde diferentes puntos de la cadena, lo que nos permite interactuar con las flotas propias, pero también con las de terceros, de manera absolutamente transparente”, puntualizó el directivo.
Proceso de Destrucción de Fórmulas Nutricionales: Un ejemplo de éxito
Bayona destacó en la conferencia este caso perteneciente a la industria de consumo, en el que atendemos más de medio millón de cajas al año en logística tradicional, y donde el 1,16% genera algún tipo de devolución.
“Para estas mercancías en particular contamos con todo un proceso para la recepción del material para destrucción, se hacen inspecciones en el punto de recepción, se hace el pick up (…) Desde que llega la mercancía, inmediatamente se transfiere a las áreas de maquila donde van a ser des acondicionadas.
“En ese des acondicionamiento se segregan diferentes productos, el producto per sé, para estar seguros que en este caso en particular no sea consumido, pero también se hace la destrucción del empaque para temas como protección de marcas”.
¿Los resultados? Un OTIF de 96% en 2020 y de 99% en lo que va del 2021, y sobre todo, una importante reducción en nuestra huella de carbono: hemos dejado de emitir 16.525 Kg de CO2 que necesitan 591 árboles al año.
Nuestro compromiso con estas necesidades es real, por eso en Solistica seguiremos buscando maximizar los beneficios ambientales y económicos de la logística inversa, buscando soluciones específicas y personalizadas de las manos de nuestros clientes.