El sector de logística y distribución, como la mayoría de las industrias, está regido por sistemas internacionales de gestión total de la calidad y de mejora continua para garantizar los máximos niveles de satisfacción de los clientes.
La calidad en todos los aspectos que conforman a una empresa ha evolucionado con el paso del tiempo, dejando de ser un aspecto abstracto para convertirse en uno que evalúa y mide la eficiencia y competitividad de la empresa.
Sin embargo, cuando los estándares marcados no se alcanzan en ciertas áreas que no representan una actividad de negocio crucial, como las de almacenamiento o distribución, contratar servicios de logística certificados le asegura a la empresa la calidad necesaria para alcanzar, en la mayoría de los casos, el servicio que la hará diferente en su mercado.
Evolución de la calidad
El significado de la calidad como un aspecto a gestionar en las empresas inició en 1987 en Estados Unidos, pero fueron los japoneses quienes verdaderamente prestaron atención al concepto y lo implementaron rápidamente.
En 1994, la Organización Internacional para la Estandarización instituyó la norma ISO 9000 como un parámetro uniforme para medir la calidad en las empresas manufactureras, pero pronto fue evidente que era necesario adaptarla a las empresas prestadoras de servicios, lo cual se hizo en el año 2000.
En un inicio se consideró como un indicador de control en la línea de producción para evitar que salieran al mercado mercancías con defectos.
Luego, se buscó garantizar la calidad mediante un sistema que verificara que el proceso productivo cumpliera con ciertos estándares.
Ahora, se habla de la gestión de la calidad total cuyo objetivo es lograr la excelencia y satisfacer plenamente al cliente.
Cumplimiento de la norma en logística
Particularmente, la aplicación de la norma ISO 9000 en la industria logística incluye desarrollar prácticas en las que los proveedores de este servicio colaboren con las compañías productoras y comercializadoras para lograr la eficiencia y dar un servicio excelente al consumidor final.
En este sentido, entre otros indicadores, una logística con calidad tiene que ver con el cumplimiento de indicadores en procesos clave, como:
- Puntualidad en tiempos de entrega.
- Garantías de que las mercancías lleguen en buenas condiciones al cliente final.
- Sistemas eficientes de atención a quejas y reclamaciones.
- Procesos de logística inversa que faciliten las devoluciones.
Incorporar actividades que ayuden a mejorar los puntos anteriores requiere de un acercamiento que impulse la adopción de sistemas de gestión de la calidad en todos sus niveles, promoviendo el trabajo en equipo entre los responsables de las fases en la cadena de suministro e, inclusive, de aceptar que muchas de estas mejoras del proceso podrían ser subcontratadas, al menos en alguna de sus partes.
Ofrecer un servicio de excelencia al cliente final, que cumpla con los estándares de calidad de la industria y también con lo que éstos esperan, a veces puede ser un dolor de cabeza.
Para una empresa manufacturera o comercializadora que no tiene la suficiente capacidad de certificar sus procesos de distribución y almacenaje de acuerdo a la norma, es esencial plantearse la subcontratación de esta parte de la cadena si lo que busca es mantener la competitividad.
En su elección de un proveedor logístico certificado, los siguientes son factores a considerar:
• Conocimientos y experiencia en el sector logístico.
• Solvencia financiera.
• Empleados debidamente capacitados.
• Instalaciones y equipamiento.
• Sistemas automatizados y software de gestión avanzados.
• Prácticas operativas eficientes.
• Flexibilidad y adaptabilidad para responder a las necesidades de cada uno de sus clientes.
¿Por qué contratar a un proveedor logístico para mejorar la calidad en el servicio?
La contratación de una empresa logística certificada, dedicada y especializada en tareas de almacenamiento, distribución, y en otras más como trámites de comercio exterior, significará no solo mayor productividad y eficiencia sino también menores costos operativos que se reflejarán en una rentabilidad más elevada.
Considerando que el servicio al cliente y su satisfacción es lo más importante para cualquier empresa, además de ser el último eslabón de la cadena de suministro, la subcontratación de servicios logísticos se convierte entonces en una inversión que se justifica para hacer crecer al negocio.
Ofrecer una atención con calidad de excelencia puede ser el elemento que diferenciará a tu negocio de la competencia.
Un proveedor logístico puede ser tu mejor aliado para lograrlo.
*Este artículo fue originalmente publicado el 3 de julio de 2018 y modificado el 28 de enero de 2022.