La industria del retail pasa por una verdadera revolución, acelerada por la pandemia, en la que el crecimiento del volumen de entregas por compras online viene acompañado por la exigencia de tiempos de entrega cada vez más cortos, información detallada sobre la hora exacta de entrega, y vías eficientes para la gestión de devoluciones.
En respuesta, el mundo de la logística está ofreciendo cada vez más herramientas para encarar con mayor celeridad el reto de la última milla, uno de los puntos más críticos de la logística e-commerce.
Los microcentros de distribución o microhubs logísticos son una solución reciente a este desafío. Se trata de instalaciones donde los productos para entregas se agrupan dentro de los límites de una determinada zona.
La diferencia entre estos centros y las tradicionales instalaciones en las que se preparan y envían pedidos son las dimensiones. Mientras que los fulfillment centers pueden tener hasta 10 mil m2 de espacio, un microhub puede tener sólo 200, por ejemplo.
Contar con una red de bodegas y centros de despacho ubicados a muy pocos kilómetros del consumidor final, facilita en gran manera cumplir a tiempo y con más seguridad el último tramo, y con ello, posibilita aumentar la capacidad de servicio para responder a una creciente demanda de productos a domicilio.
Un micro centro logístico más cerca de los clientes, incluso podría solucionar el problema de las devoluciones y las entregas fallidas.
Por otro lado, el área limitada permite el uso de vehículos de distribución más eficientes y limpios, como bicicletas y bicicletas eléctricas, lo que también aligera esta fase, especialmente en las grandes ciudades, donde el regreso a las actividades ya trae de vuelta el alto tránsito cotidiano, con sus problemas de movilidad y contaminación. De ahí que los microhubs logísticos se presentan además como una buena solución de movilidad sostenible en el corto plazo.
Con estos centros, más pequeños, pero más ágiles y capaces de gestionar pedidos complejos, la logística da un gran paso hacia la descentralización, con el objetivo de acortar la distancia con los clientes, aumentar la velocidad de las entregas, y disminuir costes logísticos.
La tecnología, el corazón de los microcentros
Los microhubs apuestan por la tecnología en los almacenes para dinamizar las operaciones, mejorar la gestión del stock, reducir errores y eliminar sobre costes logísticos, así que otra característica inherente de estos centros es la automatización, tanto para los sistemas de almacenaje, como para la gestión de pedidos.
Eso incluye soluciones como los miniloads o trans elevadores para cajas, las entre plantas combinadas con transportadores o los dark warehouses (almacenes sin iluminación por ser completamente automáticos). Y claro, un robusto WMS (sistema de gestión de almacenes) que monitorice todos los procesos para un alto rendimiento, y controle el inventario en tiempo real.
Mediante el uso de Big Data e Inteligencia Artificial, los microcentros de distribución pueden establecer los mejores horarios y las rutas más eficientes y rápidas para entregar los productos, y, además, la posibilidad de monitorear en tiempo real el trayecto de los mismos y su hora precisa de llegada.
Los socios logísticos están realizando esas inversiones para que las empresas puedan centrarse en su negocio y mejoren su competitividad, de modo que, tercerizar las operaciones logísticas es por tanto una excelente opción para las empresas, especialmente pequeñas y medianas.
El micro-fulfillment significa también un excelente apoyo para que los minoristas puedan solucionar las dificultades logísticas relacionadas con la omnicanalidad y marcar la diferencia ante el consumidor final.
La experiencia de Solistica con el modelo de microcentros
Solistica ya está recogiendo experiencias positivas en torno a esta nueva forma de operar. En entrevista, Gilberto Jiménez, Site Manager en Solistica, nos habla de los pasos de Solistica en este tema, que considera una operación muy importante porque es una forma de distribución urbana, pero también un B2B.
Un caso claro ahora mismo se ubica en la CDMX, donde Solistica realiza esta gestión para Tecnolite, aunque, explica Jiménez, aplica igualmente para las grandes ciudades donde hay clústers de negocios asociados.
“En la Ciudad de México, cerca del Zócalo, hay ciertas manzanas que están especializadas a la venta de productos eléctricos, principalmente de iluminación. Es un mercado muy grande y existen muchos distribuidores, y como los espacios son reducidos y costosos, básicamente operan –como lo que hemos venido platicando con ellos- como salas de exhibición. Y venden entre otros, los productos de Tecnolite. Tecnolite puede tener en todas esas exhibiciones un mueble o un espacio y puede tener toda la expansión y cobertura en clúster de comerciantes de iluminación”.
Y, ¿cómo funciona el modelo? “Todos ellos tienen sus exhibidores y nosotros estamos ubicados en el centro de este clúster. No hay bodegas como tal, ni vías públicas para hacer una logística eficiente, pero tenemos una especie como de vecindad que adecuamos con una recepción, un mostrador, y en todas las habitaciones hemos colocado y segmentado los productos por clasificación”.
De esta manera, más de 200 tiendas, con sus respectivos pisos de exhibición, venden a consumidores finales, o bien a hoteles, restaurantes, "ellos atienden a todos esos clientes en sus salas de exhibición, pero no manejan inventarios. Los inventarios los tenemos nosotros, consolidados, en este hub logístico. Entonces cada vez que un comprador va a las salas de exhibición de uno de los distribuidores de Tecnolite, revisa lo que le gusta, él hace una compra de este producto, y se conecta a nuestro almacén central. En cuestión de 5 minutos vamos y suministramos el material”.
La capacidad de manejar y distribuir el producto se multiplica rápidamente, pero sobre todo, hay un valor agregado: “El cliente tiene una variedad muy grande de un inventario con cerca de 2,500 productos, todos disponibles a la venta.
Esa es una gran ventaja tanto para el comprador o intermediario de Tecnolite y como para el usuario. El primero no necesita tener espacio de almacenamiento en una bodega, y eso le permite optimizar su piso de ventas para convertirlo en salas de exhibición.
“Esta es una primera ventaja, convertir el espacio de bodega en un espacio de venta. La segunda muy importante, es que no tienen que tener un inventario, el inventario está a una calle de ellos, y es suministrado siguiendo el modelo Just in Time, de acuerdo a las necesidades reales del producto. El distribuidor no compra producto para tener en stock, sino que se le suministra el producto que ya vendió al instante”.
Otra ventaja de los microhubs operados por Solistica para este cliente que también resulta muy atractivo el hecho de que el inventario se esté renovando continuamente.
“Hay una frescura de producto y no hay productos obsoletos, gracias a la innovación tecnológica en la gestión de inventarios. La gran ventaja es que todas las innovaciones de Tecnolite, están a disposición de su red de distribuidores de una manera muy rápida y por consecuencia, del cliente final también”.
Eso se traduce, en un atributo de competitividad para Tecnolite sobre otros distribuidores o fabricantes de iluminación del mercado, gracias a que Solistica sabe cómo trazar un puente para enlazar al cliente con los consumidores.
“Es un servicio muy especializado y una de las ideas que hemos venido platicando con Tecnolite es poder expandirlo a Monterrey, a Guadalajara, donde de manera natural hay estos clúster y esta solución logística viene a dar esa ventaja competitiva a las cadenas de suministro de nuestros clientes, para que lleguen de manera muy rápida, a bajo costo, a los consumidores”.
El papel de la tecnología en los microcentros
La tecnología, como ya se ha dicho al hablar de los microhubs, es vital para la operación. Así lo reconoce Jiménez: “La tecnología viene a habilitar este modelo. Los distribuidores de cada uno de los clientes, acceden a un portal que está conectado a SAP, y éste a nuestro sistema que es WMS. Los inventarios están conectados, funcionando en tiempo real con ventas en tiempo real. Sin la tecnología no podríamos ser tan ágiles y tan precisos en este servicio”.
Lo que utilizan, explica, es básicamente una plataforma de e-commerce que capta y tiene acceso a todos los clientes y distribuidores. Y “aunque para el cliente es una compra tan simple, detrás hay varios sistemas, varias interfaces y varias capas de información que están moviéndose continuamente”.
El talento humano involucrado
Para operar de esta manera un microcentro urbano de distribución, además de tecnología, explica Gilberto, “se necesita una persona que tenga una capacidad de analítica de servicio, que esté recibiendo toda esa información, porque para que tú generes una venta, seguramente hubo 10 visitas a este portal. Entonces sí hay un data scientist que está analizando el comportamiento de los pedidos, y está gestionando todo el proceso”.
Por otro lado, es necesario contar con un encargado del mostrador o customer service, que despache los pedidos; un equipo de surtidores, con la habilidad de hacer el picking y el empacado en el almacén; y un repartidor que lleva el pedido a la tienda del distribuidor correspondiente”.
Ese último tramo, precisa Jiménez, la entrega se hace a pie porque es lo más fácil para la zona y la distancia. En algunas ocasiones, donde el cliente compra por volumen, hay un espacio de estacionamiento donde se carga su compra.
Un modelo vanguardista para ser más competitivos
A través de esta experiencia, como explica Jiménez, se puede generar mucho valor en estos clústeres especializados, incluso ayudar a la experiencia de omnicanalidad, para que sea efectiva y rápida.
“Es decir, tú puedes estar comprando desde tu dispositivo o estás en la exhibición, lo estás viendo, escaneas el producto, lo compras, y en 5 minutos más tienes el producto físicamente”.
Además, agrega, para clientes que están un paso antes, en la multicanalidad, este modelo de distribución puede ser un canal importante para que empiecen a maximizar sus ventas. Más allá de esta experiencia, Jiménez opina, “yo creo que el modelo puede funcionar con multi productos y multi clientes (…) Lo interesante de este modelo es que se adapta a cualquiera”.
Como líder en la gestión logística, Solistica es un experto en ofrecer servicios de transporte y almacenamiento con componentes de innovación que les ayudan a sus clientes a diferenciarse y lograr la competitividad en sus cadenas de suministro.