La inseguridad que enfrentan las cadenas de suministro de América Latina es un desafío a resolver debido a que causan fuertes pérdidas económicas y disminuyen la competitividad de la región.
Es un hecho, la criminalidad en las cadenas de suministro de todo el mundo ha ido en aumento, en especial en las de Latinoamérica, donde se encuentran dos de los países con mayor riesgo en transportación terrestre: México y Brasil.
Los delitos se llevan a cabo generalmente en terminales de carga, zonas cercanas a los puertos, infraestructuras de transferencia y áreas de consolidación de carga, o bien en zonas altamente pobladas. La mayoría se producen a transporte de carga terrestre, aunque también son frecuentes a ferrocarriles. Los ataques ocurren principalmente de viernes a lunes, a plena luz del día —a diferencia del resto del mundo, donde el 70 por ciento tiene lugar de las 22:00 a las 06:00 horas— y afectan principalmente a los transportes de comida, bebida y electrónicos.
En el ramo de transporte se roban al día un promedio de tres camiones con mercancía de alto valor y fácil reducción; sin embargo, se cree que esta cifra es mayor debido a la falta de denuncia por parte de las compañías. Aunque se recupera el 90 por ciento de las unidades robadas, no sucede lo mismo con la carga.
Es un hecho que las compañías han estado pagando sobre costos para reducir los riesgos y cubrir sus pérdidas incrementando su estructura de costos y afectando su rentabilidad. La falta de seguridad en la logística no sólo provoca pérdidas directas por el siniestro y mayores costos de operación, también produce efectos indirectos como incumplimiento con embarques programados, aumento en los niveles de inventario, falla en aprovisionamiento, quiebres de inventario, pago de deducibles, mayor costo de primas de seguro, pérdida de reputación, pérdida de ventas y menor competitividad del producto.
Otro riesgo es la cadena de frío, la cual es clave para la salubridad de productos congelados. Cuando éstos son robados se entregan a revendedores que no cuentan con instalaciones necesarias para almacenarlos y manejarlos, lo que puede llevar a serios problemas de salud.
Por otro lado, en los últimos años las primas de los seguros de carga se han elevado exponencialmente debido a la mayor incidencia de eventos. Asimismo, han subido las exigencias de las aseguradoras y los deducibles, y han disminuido las coberturas. Esto ha llevado a que varios transportistas dejen de trasladar cargas de alto riesgo.
¿Cómo mejorar la seguridad?
Algunas recomendaciones para reducir el riesgo en las cadenas logísticas terrestres son las siguientes:
- Generar conocimiento sobre el tema
- Implementar cambios legales coordinados en toda Latinoamérica
- Invertir en infraestructura y tecnología
- Capacitar al personal
- Diseñar seguros de cobertura regional
- Adoptar estándares tecnológicos
- Colaboración entre compañías
Las empresas pueden implementar una serie de herramientas para mitigar riesgos, como invertir en sistemas de posicionamiento global (GPS), dispositivos electrónicos, como botones de pánico, y servicio de custodia para mejorar la seguridad de sus unidades.
Al implementar medidas de seguridad como estas se pueden lograr beneficios adicionales en la efectividad de las operaciones logísticas:
- Mayor visibilidad a lo largo de la cadena de suministro
- Mejor reacción ante interrupciones
- Reducción en el número de los incidentes
- Estandarización de operaciones
- Disminución de las primas de seguro
El caso de México
Estas son algunas estadísticas a considerar:
- Después de Brasil y Sudáfrica, México ocupa el tercer lugar nivel de robos de transporte
- En los últimos años se han incrementado exponencialmente los robos en el país
- Más del 95% de los incidentes ocurren en transito y con violencia, previniendo el reporte inmediato del robo
- El 42% de los robos reportados son de alimentos y bebidas
- Las áreas de alto riesgo se concentran en la región central y occidental de México.
Ante esta realidad es vital crear políticas públicas y establecer una estrategia nacional y en toda Latinoamérica que promueva la coordinación de acciones, entre ellas, crear conciencia sobre la importancia del tema.
Algunas compañías han logrado establecer tácticas de seguridad medianamente efectivas, pero a un costo excesivo. La desproporción se debe a que no forma parte de su core estratégico. Para eso están los operadores logísticos, como Solistica, expertos en prevención seguridad logística.
En Solistica contamos con un modelo de gerenciamiento de riesgos diferenciador y disruptivo que se basa en tres pilares:
- Procesos de gestión de riesgos: estándares de gestión de riesgo preventivo y reactivo, plan de viajes, evaluación por zonas y centro de monitoreo 24/7.
- Entrenamiento y perfil de transportistas: investigación, evaluación y perfil de conductores, y entrenamiento en seguridad.
- Tecnología: sensores, monitores de seguimiento, sistema satelital, GPS, etc.
A través de estos logramos brindar mayor protección automática contra violación de protocolos, conocimiento en tiempo real y frustración de intento de robos y eliminación del factor humano.