En la comercialización y distribución de bienes, una vital tarea de la gestión de la cadena de suministro es superar los retos y lograr que que todos sus actores –desde proveedores hasta clientes- y todos sus procesos, desde comerciales, logísticos y financieros, funcionen de manera eficiente.
Tan vital que muchos analistas lo consideran la próxima frontera de la competitividad, es decir, prevén que en el futuro la competencia será entre cadenas de suministro, más que entre las empresas aisladas.
De modo que las empresas necesitan actualmente una estrategia eficaz de gestión de la cadena de suministro tanto para administrar mejor el flujo de bienes y servicios, como para mantener su competitividad.
Existen cuatro pilares básicos para una buena estrategia de gestión de la cadena de suministro:
1. La gente
Contar con el análisis de expertos especializados en cada tarea, mejora por mucho la toma decisiones, las vuelve fundamentadas y estratégicas, además de liberar tiempo a los administradores de la cadena.
2. La tecnología, los sistemas
Junto al expertisse humano, las empresas deben estar a la vanguardia de la innovación aplicada a la cadena de suministro, y encontrar también el software ideal para planificar, prever y gestionar el inventario, así como registrar y calcular la información financiera de la cadena de suministro, y hacer previsiones precisas.
Además, se requiere el uso intensivo de la tecnología de información y comunicaciones para intercambiar información en la cadena y lograr visibilidad y trazabilidad completa. Incluso, por ejemplo, con el Internet de las cosas, los directivos pueden ver lo que sucede a pie de fábrica en tiempo real, usando dispositivos como rastreadores conectados por Internet a un sistema ERP o de gestión empresarial.
3. Los procesos
Las formas de operar y funcionar también deben apoyarse en el análisis de los expertos y en la tocología para mejorar y optimizarse, tanto en costos como en duración, calidad, etc.
4. La puesta en marcha
Una buena estrategia de gestión de la cadena de suministro puede elevar la satisfacción de los clientes, reducir los costos de la cadena de suministro, mejorar procesos y maximizar beneficios en general.
Ahora bien, ¿cómo llevar a la práctica una cadena de suministro?
Un buen primer paso puede ser que el eslabón dominante de la cadena, es decir, la empresa en torno a la cual se organiza la cadena de suministro, tome el rol de organizador de la cadena, y se asegure de contar con estos factores clave:
- Compromisos directivos con los acuerdos de trabajo y sólidas relaciones con los otros eslabones de la cadena.
- Un nuevo Plan de Negocios, que incluya el trabajo en equipo con todos los actores en la cadena.
- Comunicación efectiva de los cambios a toda la organización, dando a todos claridad sobre sus responsabilidades y su autoridad.
- Optimización de los procesos claves de negocio, especialmente en puntos de interacción con proveedores y clientes.
- Establecimiento de indicadores de desempeño que reflejen el éxito de toda la cadena en su conjunto.
- Retroalimentación sobre los resultados alcanzados de todos los participantes en la cadena, que eleve la capacidad de respuesta frente a improvistos y las acciones correctivas cuando se requieran.
Igualmente se debe pensar en implementar el mejoramiento continuo; la búsqueda de mejores soluciones debe ser constante y hacerse en equipo entre los participantes de la cadena, buscado el mutuo beneficio, y fortaleciendo las relaciones entre ellos.
Finalmente, una estrategia eficaz de gestión de la cadena de suministro permite a las empresas aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento y atravesar los periodos difíciles.