A partir de la filosofía just in time de los años 70 han surgido diferentes modelos que buscan optimizar los procesos. Uno de los más actuales y con mejores resultados es Quick Response Manufacturing (QRM) o fabricación de respuesta rápida.
El QRM es una metodología de optimización basada en la logística que busca reducir el tiempo de ruta crítica de fabricación a través de la eliminación de los tiempos muertos tanto en las operaciones de producción como en las administrativas. Está pensada para industrias en las que es común la personalización de artículos.
Aunque Rajan Suri, profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison, fue el primero en mencionar este método en 1981, fue hasta 1993 que fundó el Centro de Quick Response Manufacturing.
El objetivo principal de este método es disminuir el tiempo de las operaciones a nivel interno y externo, así como responder rápidamente a las necesidades del cliente con diseños y fabricación a la media.
Al igual que el Lean Manufacturing y la teoría de las restricciones (TOC), se centra en ganar tiempo y reducir costos ocultos. Hoy más que nunca las compañías están buscando generar ahorros en su cadena de suministro, y estos ahorros no provienen solamente de lograr mejores negociaciones con los proveedores, sino también de optimizar sus procesos.
Cuando una compañía implementa un QRM, lo hace a nivel general. Áreas como compras, envíos, finanzas y recursos humanos también deben aplicar técnicas, herramientas de análisis y metodologías para asegurar la reducción de tiempos de entrega, ya que éstos no están determinados únicamente por procesos de fabricación.
Las compañías que generalmente implementan un QRM son las que producen material de alta ingeniería en pequeños lotes y las que cuentan con una gran cantidad de SKU con demanda fluctuante. Después de implementar el QRM, estas empresas obtienen grandes beneficios:
- Reducción de plazos de entrega hasta en un 95 por ciento
- Disminución del costo del producto terminado en un 30 por ciento
- Incremento del rendimiento de la entrega superior al 60 por ciento
- Reducción de desperdicios y retrabajos hasta un 80 por ciento
- Mejor servicio al cliente
- Mejores niveles financieros
Según Rajan Suri, la estrategia QRM se basa en cuatro conceptos:
- El poder del tiempo: influencia del plazo de ejecución en el costo total de la operación y la calidad. El sistema de producción tradicional impacta negativamente en los tiempos de entrega y genera muchos costos de planeación, previsión y almacenamiento. Para el QRM los tiempos de ejecución son prioridad sobre la productividad y el costo.
- La estructura organizacional: reestructuración de la organización para minimizar el tiempo de espera. Se crean células de trabajo que logran nuevos niveles de flexibilidad y rendimiento del personal
- La dinámica de sistemas: creación de células de trabajo que logran nuevos niveles de flexibilidad y rendimiento del personal. Impacto de las interacciones entre máquinas, personas, productos, políticas de lotes y otras decisiones en los plazos de entrega. Se simplifican los procesos y los actores y se crean controles de capacidad para mantener las colas reducidas.
- Una estrategia unificada: el QRM está pensada desde el punto de vista logístico y aplica a todos los niveles de la organización: planeación de materiales, compras, administración de operaciones en oficinas (estimación y proceso de pedidos), ingeniería y desarrollo de nuevos productos.
Este modelo considera como foco de atención el tiempo de trayectoria de fabricación (MCT), es decir, el tiempo que transcurre desde que un cliente crea un pedido hasta que llega a través de una ruta crítica.
Al igual que el método de mantenimiento productivo total (TPM), el QRM se basa en la creación de equipos multidisciplinarios o células formadas por vendedores, ingenieros y personal de producción, entre otros. Cada célula es responsable de su grupo de productos en todo el proceso: desde la venta hasta la entrega. Cuando no es posible mantener un equipo concreto en un proceso completo, se incluye sólo la parte más crítica, que suele ser la que tiene más colas, inventarios y esperas.
Características del modelo QRM
- Se centra en el control y la minimización de colas e inventarios de manera dinámica reduciendo los cuellos de botella en el instante, aunque cambien de lugar.
- Se basa en entornos con productos personalizados o hechos a la medida y amplios catálogos de productos y opciones.
- No trabaja con inventarios y utiliza regularizadores de flujos llamados Paired-cell Overlapping Loops of Cards with Authorization (POLCA) con lo que asegura la velocidad de los pedidos en planta sin intervención humana a través de tarjetas que envían mensajes indicando la capacidad libre para recibir y procesas productos semiacabados. POLCA prohíbe la fabricación de un pedido si hay exceso en la cola de espera.
- Mejora la variabilidad disfuncional causada por errores, sistemas ineficaces y mala organización, por ejemplo, repetición de trabajos, cambios en las prioridades y demanda irregular.
- Mejora la variabilidad estratégica, es decir, lo que mantiene competitiva a una organización, por ejemplo, la capacidad de hacer frente a cambios inesperados de la demanda, ofrecer más opciones a los clientes y proponer personalizaciones.
Logística elástica
Uno de los más grandes retos en logística es reducir el mayor inventario posible y ser flexibles ante la imprevisibilidad de las interrupciones en la cadena de suministro. Modelos anteriores ya no son útiles para este nuevo entorno, pues en vez de enfocarse en mejorar el nivel de satisfacción del cliente, sólo cumplen con requisitos como control de costos, gestión de almacenes, restricciones geográficas, canales de distribución y entregas prioritarias.
Sólo metodologías como el QRM y Demand Driven Material Requirements Planning (DDMRP) serán las que se adapten a los nuevos procesos logísticos, ya que proporcionan la elasticidad y flexibilidad necesaria para proporcionar la mejor experiencia del cliente. Además, estos modelos serán los que compaginen mejor con la tecnología emergente (internet de las cosas, inteligencia artificial, aprendizaje automático y robótica) gracias a su enfoque ágil que considera los cambios en la demanda y en el comportamiento del cliente.
El QRM no sólo significa menos tiempos de entrega, sino también costos más bajos gracias a menos inventarios, menos errores y menos incumplimientos de solicitudes de productos específicos.
La implementación del QRM requiere que toda la organización —incluyendo el departamento de logística— entienda el proceso, así como los sistemas de fabricación, en especial aquellos que afecten los plazos de entrega.
La eficiencia de este modelo permite tener mayor visibilidad de las necesidades de los clientes, lo que incrementa las entregas a tiempo y, por ende, la satisfacción del cliente.