Actualmente la competencia entre compañías se ve determinada por sus cadenas de suministro, por lo que cada estrategia comercial debe incluir el desarrollo de soluciones efectivas en cuanto costos logísticos y cuidado del medio ambiente.
El incremento del comercio electrónico, las nuevas políticas medioambientales, la reducción de vehículos de motor de combustión interna, la satisfacción del cliente y la gestión adecuada de devoluciones han orillado a las compañías a buscar soluciones de movilidad inteligentes y sostenibles, sobre todo en la última milla, como es el caso de los microhubs logísticos cuya implementación se ha incrementado considerablemente con la actual pandemia.
La última milla
La última milla o distribución capilar es el último tramo del proceso de transportación, es decir, el trayecto que se realiza después de agrupar varios productos empacados para su distribución en determinada zona o ciudad.
Esta etapa es la más importante en cuanto a temas de servicio y calidad para el cliente. Todo lo que se haga en lo que resta del proceso repercutirá para bien o para mal en la última milla.
La transportación en la última milla generalmente es la etapa más costosa de toda la cadena de suministro, debido, entre otras cosas, a problemas para localizar una zona de carga y descarga de mercancía, a la congestión de tráfico que demora las entregas y a la resultante contaminación ambiental; sin embargo, un microhub es una buena solución para enfrentar estos retos, además de los generados por las devoluciones y las entregas fallidas.
Microhubs
Un microhub logístico es una instalación donde la mercancía se agrupa para entregarse en un área urbana determinada. Debido a que se trata de un espacio limitado, es necesario cambiar los vehículos de distribución tradicionales, como camiones o automóviles, por otros más ligeros, como bicicletas tipo cargo.
La principal diferencia entre un microhub —conocido también como micro-fulfillment center— y un centro fulfillment tradicional es el tamaño. La dimensión de este último puede ser de hasta 10 mil metros cuadrados mientras que la del microhub es menor a 600 metros cuadrados.
Debido al pequeño espacio con el que se cuenta, es necesario hacer un buen diagnóstico de red estructural y conocer con anterioridad los requerimientos del mercado para tomar decisiones en cuanto a capacidad y métodos de almacenamiento.
Para implementar un microhub es necesario considerar estos puntos:
- Fullfilment: planeación de abastecimiento, políticas de inventario, diseño de la infraestructura, capacidad de almacenamiento, recepción de pedidos, recolección, empaquetado y tecnología especial que ayude al cumplimiento de entregas a tiempo.
- Transportación: soluciones sostenibles y flexibles para el traslado en el último eslabón de la cadena, como las motocicletas eléctricas de carga, que optimizan costos y mejoran la experiencia del cliente. Por su parte, algunos gobiernos han instaurado políticas como estacionamientos y horarios especiales para el movimiento de mercancías.
- Pick up spots: son casilleros de recogida que hacen más eficiente la entrega final y permiten al cliente recolectar sus productos cuando lo desee.
Sin duda los microhubs logísticos pueden ser una excelente opción para la distribución de mercancías y la administración de devoluciones, sobre todo en estos momentos en que han crecido tanto las ventas en línea.
En Solistica podemos ayudarte a administrar la transportación de tus productos, incluyendo la última milla. Conocemos los retos que conlleva la distribución en este último trayecto, por lo que contamos con estrategias innovadoras para entregas en tiempo y forma.