La cadena de suministro, cadena de abastecimiento, o supply chain, es un concepto amplio y transversal, que engloba una variedad de actividades y operaciones que implica el camino completo de un producto o mercancía hasta llegar al cliente final, es decir, ciclo de vida completo del producto, desde la materia prima hasta su venta final.
Abarca entonces los procesos de provisión, producción, almacenaje y distribución, y su correcta gestión requiere una coordinación armónica entre todos los eslabones de la cadena, que, por cierto, hoy en día, son más numerosos debido a la globalización.
En el caso de la industria alimenticia, la cadena de suministro abarca todos los procesos que llevan los alimentos cultivados en una granja hasta la mesa de la cena: la fabricación, administración, utilización y descarte de alimentos.
La planificación, la base de una buena gestión de la cadena
Para lograr la mejor gestión posible de todos esos procesos, el punto de partida debe ser una concienzuda planificación.
Planificar los materiales y materias primas, la ubicación de la producción, las formas de producción y sus procesos y herramientas, los envases y embalajes a utilizar, el tipo de almacenamiento que se requerirá y las instalaciones adecuadas para ello, las medidas de seguridad, las formas de control de calidad, etc.
Planificar y re-planificar cuando haga falta, de forma minuciosa y estratégica, cada uno de elementos y etapas de la cadena de suministro, mejorará las posibilidades de que funcione de la forma más rápida y eficiente.
Una cadena de suministro bien planificada, debe hacer llegar los productos en la cantidad, la calidad y el tiempo necesario, al costo más competitivo posible.
Luego de definir previamente cómo es que deberán suceder estos procesos, la cadena de suministro se desarrolla paso a paso, y tradicionalmente pueden distinguirse 4 grandes etapas:
Las fases de la cadena de la cadena de suministro
1. Abastecimiento: Incluye las actividades necesarias para obtener las materias primas para la fabricación, y requiere conocimiento y coordinación sobre la cantidad y disponibilidad de los materiales, considerando también el tiempo que toma obtenerlos.
Para la cadena de suministro de alimentos, esta fase representa la granja, es decir, donde se originan y se compran los ingredientes, ya sea carne, frutas, verduras, bebidas, plantas, etc.
2. Fabricación/producción: La etapa en donde las materias primas se transforman en productos listos para su venta. Es decir, implica todos los procesos de la elaboración del producto. Para la fabricación en serie, la optimización de los procesos industriales y la estandarización operativa son claves para un ciclo más ágil y efectivo.
En el caso de la cadena de suministro de alimentos, esta parte corresponde al procesamiento de plantas y animales para transformarlos en comestibles.
3. Almacenaje: Es el manejo temporal de las mercancías bajo control de calidad y cantidad para su flujo de entrada y salida. Los almacenes y/o centros de distribución son el eje de esta etapa, y para una correcta gestión, es necesario prever picos de producción y fluctuaciones de la demanda, para tomar en consecuencia acciones sobre el stock.
Para gestionar de la mejor forma el almacenaje también es necesario considerar el tipo de estantería ideal para el almacén, y los costes de almacenamiento, así como garantizar los niveles de inventario para una buena respuesta a distintos niveles de demanda. Además, aquí se organiza el transporte para la distribución.
4. Distribución y entrega. La última etapa es el trayecto del producto hacia el cliente final, y va desde la salida del almacén o centro de distribución, hasta la entrega al cliente final, que debe suceder en buen estado y en los plazos prometidos.
Para la industria de alimentos, frecuentemente significa llegar en primera instancia a los minoristas o distribuidores, que también gestionan inventarios y realizan otras acciones para agregar valor al producto alimenticio.
Al final del ciclo, también pueden existir distintos procesos de devolución que iniciarían un proceso inverso, abarcado por la logística de reversa o logística inversa.
La gestión logística de la cadena en la industria alimenticia
Así, la logística constituye un eslabón más de la cadena de suministro, que abarca las actividades necesarias para la gestión eficiente del almacenamiento de las mercancías, la organización del transporte, y la distribución hasta el cliente final.
El objetivo de la logística es realizar una gestión óptima de los pedidos. Una tarea compleja en este caso, ya que, gracias a la globalización, las cadenas de suministro de alimentos pueden afectar a los participantes y consumidores de todo el mundo, por lo que es necesario optimizarlas y racionalizarlas, tanto para mantener los alimentos en buen estado, como para mantener los costos a raya, la experiencia del cliente positiva y la rentabilidad del negocio en general.
Es decir, una buena gestión de la cadena de suministro de alimentos debe pasar también por evitar al máximo pérdidas y desperdicios de alimentos, y garantizar el cumplimiento de las regulaciones de seguridad alimentaria.
El seguimiento oportuno de cada etapa de la cadena de suministro es esencial aquí, y para ello, a su vez, es necesaria una buena visibilidad de toda la cadena.
Finalmente, se debe tener en cuenta que una cadena de suministro de alimentos mal gestionada, no solo puede provocar precios más altos y alimentos de menor calidad, sino incluso intoxicación alimentaria, y muchas veces, con ella, la destrucción total de la reputación de una empresa, pues los alimentos son cosa seria, y como tal, deben ser gestionados.
