La logística de la cadena de suministros médicos siempre ha tenido exigencias particulares que la convierten en todo un desafío. Es decir, ya era complicada antes, y ahora, en todo el mundo, a cuenta de la actual pandemia, las cadenas nacionales de suministro se encuentran bajo más tensiones para gestionar eficazmente la introducción y distribución de las nuevas vacunas contra el COVID-19.
El aumento de suministros implica que los actores de la cadena deben adaptarse a las necesidades y a las nuevas estrategias de distribución, lo que implica también echar mano de los nuevos avances tecnológicos en los equipos de la cadena de frío para aumentar su eficiencia y eficacia.
¿Por qué? Porque un aumento o descenso de la temperatura o la humedad en la cadena de frío haría que las vacunas fueran ineficaces.
De hecho, según el Instituto IQVIA de Ciencia de Datos Humanos, la industria biofarmacéutica pierde aproximadamente $ 35 mil millones al año debido a fallas en la logística de temperatura controlada.
Se estima que el 20% de los productos sensibles a la temperatura se dañan porque la cadena de frío se interrumpe durante el transporte.
Y según una investigación del Foro Económico Mundial, más del 50% de las vacunas se desperdician en todo el mundo cada año debido al control de la temperatura, la logística y los problemas relacionados con el envío.
Y en el momento actual, claro, nadie quiere escuchar que no se puede usar un lote de miles de vacunas porque un congelador se apagó, por ejemplo. ¡No estamos para ningún desperdicio! Así que el sistema de almacenamiento, transporte y administración de la vacuna debe estar muy bien planificado, y quienes lo hacen deben conocer a detalle los desafíos. Las cosas fallan, los compresores se rompen y hay que tener repuestos, saber cómo reparar y en qué límites de tiempo trabajar.
Por lo general, esto podría resolverse enviando excedentes, pero con tanta demanda de las vacunas anti COVID, se sentirá profundamente cada dosis perdida o arruinada. La protección de la tasa de usabilidad de las vacunas dependerá del seguimiento y traspaso de la milla final.
Lógicamente, esta presión para aumentar el rendimiento, está empujando los límites de lo que se puede lograr. Y para la OMS, es actualmente una prioridad y una clave del Plan de acción mundial sobre vacunas (GVAP).
Incluso han desarrollado en colaboración con PATH, el Project Optimize, enfocado en encontrar formas de optimizar las cadenas de suministro de inmunización para atender una cartera de vacunas cada vez más grande y costosa, con el objetivo de facilitar al mundo de la inmunización sistemas logísticos más fuertes, más adaptables y más eficientes.
De hecho, según la misma Organización Mundial de la Salud, los programas de inmunización exitosos “se basan en sistemas logísticos y de cadena de suministro funcionales de principio a fin. La función de la cadena de suministro es garantizar el almacenamiento, la manipulación y la gestión de existencias de vacunas eficaces; riguroso control de la temperatura en la cadena de frío; y mantenimiento de sistemas de información de gestión logística adecuados”. 1
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CTC, la nueva cadena de frío
De ahí que, hoy por hoy, se esté evolucionando más allá de la cadena de frío tradicional, que sirve para mantener los productos como las vacunas con temperatura controlada, en las condiciones establecidas en todos los aspectos de la cadena, desde la adquisición hasta el transporte y la distribución.
El enfoque innovador para la gestión de vacunas de la "cadena de temperatura controlada" (CTC), permite que las vacunas se mantengan a temperaturas fuera de la cadena de frío tradicional de + 2 ° C a + 8 ° C durante un período limitado en condiciones controladas y monitoreadas.
Se trata de cadenas que generalmente implican una sola excursión de la vacuna a temperaturas ambiente que no excedan los 40 ° C y durante un número específico de días antes de la administración.
La Organización Mundial de la Salud fijó criterios para que una vacuna sea etiquetada y utilizada en una CTC:
- Debe usarse en una campaña o estrategia especial (no se recomienda para la inmunización de rutina).
- Debe tolerar temperatura ambiente de al menos 40 ° C durante un mínimo de tres días y debe ir acompañada de:
- Un monitor vial de vacuna (VVM) en cada vial, y
- Un indicador de umbral máximo en cada portador de vacuna.
- Un monitor vial de vacuna (VVM) en cada vial, y
- Debe estar autorizada para su uso en un CTC por las autoridades reguladoras pertinentes, con una etiqueta que especifique condiciones.
Para garantizar la disponibilidad ininterrumpida de vacunas de calidad, desde el fabricante hasta los niveles finales de prestación de servicios, y no perder oportunidades de vacunar, se requiere un sistema de gestión de la cadena de suministro para lograr el producto adecuado, en las cantidades y condiciones necesarias, en el tiempo y el costo justos. Ese es el tamaño del nuevo desafío para los actores de esta industria.
https://www.who.int/teams/immunization-vaccines-and-biologicals/essential-programme-on-immunization/supply-chain/