Las compañías deben evolucionar para adaptarse a las nuevas realidades y seguir siendo competitivas. Para lograrlo es necesario que constantemente midan su rendimiento y realicen cambios que agilicen y eficienticen su logística y operaciones.
El índice de madurez logística (IML) es un modelo de medición del desempeño logístico; consiste en la evaluación de las mejoras que se están consiguiendo con cambios y determina las acciones a seguir.
El objetivo de esta herramienta es hacer una descripción detallada de cómo debería evolucionar la compañía en los diferentes niveles de maduración. Al ser un instrumento que promueve la mejora continua y sostenida, genera beneficios como los siguientes:
- Medir la relación de cada área con los resultados del negocio.
- Evaluar cuantitativamente las decisiones a través de indicadores individuales y globales.
- Calibrar continuamente la gestión logística según los objetivos estratégicos.
- Promover la medición y gestión de oportunidades por medio de hallazgos de incongruencias, fortalezas y debilidades.
- Impulsar la sincronía colaborativa.
- Mejorar la competitividad y la productividad.
El modelo IML
El índice de madurez logística está formado por cinco pilares: modelo de negocios, dimensiones estratégicas, dimensiones de gestión, grados de gestión y sincronía.
El IML evalúa el grado de madurez de gestión que la empresa, a través de sus colaboradores, realiza sobre cada una de las sub dimensiones presentes en una dimensión estratégica. En el caso del despliegue logístico sería de la siguiente manera:
Dimensiones estratégicas
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Sub dimensiones
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Servicio al cliente |
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Despliegue logístico |
Logística de distribución Logística de recepción Stock y costos logísticos Logística de almacenamiento Logística de abastecimiento Visibilidad y trazabilidad |
Cultura de gestión |
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Cultura de información |
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Estandarización de procesos |
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Evolución sostenible |
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De manera lógica, esta sería la fórmula:
IML = f(modelo de negocio, dimensión estratégica, dimensión de gestión, grado de gestión, sincronía)
Sin embargo, en caso de ser necesario, el modelo se adapta calibrando ambas dimensiones y ambos grados. De la misma manera, el modelo puede incluir una simulación de escenarios de negocio en función de las dimensiones, grados y sincronías, así como iniciativas de mejoras y resultados cuantitativos y cualitativos.
Los grados de escalabilidad de gestión del proceso logístico han sido definidos en niveles: desde una organización con muy bajos niveles de gestión hasta altos estándares de gestión. En cada uno de los niveles, el modelo permite identificar si la empresa está ejecutando alguna iniciativa.
Implementación del IML
Las fallas originadas por un bajo grado de madurez logística ocasionan pérdidas en toda la cadena de suministro: proveedores, distribuidores y clientes. Por lo tanto, se recomienda seguir estos pasos para asegurar la implementación del modelo IML de manera correcta:
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Obtener información de la empresa: objetivos, modelos de negocio, cadena de suministro, cultura organizacional, sistemas y procesos.
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Establecer los objetivos y alcances de la medición.
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Instaurar al equipo (líder e involucrados).
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Presentar el modelo al equipo, que incluya objetivos, pasos, tiempos, resultados y beneficios.
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Valorar la importancia de las dimensiones estratégicas y sub dimensiones en función a los resultados.
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Valorar el grado de madurez en cada sub dimensión.
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Considerar el nivel de sincronía colaborativa.
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Analizar el IML, hallazgos, incongruencias, debilidades, fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas.
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Presentar resultados, bitácora.
Características de los niveles de madurez logística
Nivel 4:
- Integración de la cadena interna de procesos con los de sus proveedores y clientes en una plataforma colaborativa.
- Los pronósticos de la demanda consideran requerimientos y planeaciones de cada cliente.
- Los proveedores tiene acceso a los datos de inventario y producción y a la planeación operativa.
- Se utilizan herramientas analíticas avanzadas e indicadores de desempeño para identificar soluciones.
- Respuesta rápida y coordinada de toda la cadena de suministro ante las tendencias de la demanda.
- Los indicadores aplican también para evaluar el desempeño de los socios de negocio.
- Se conoce la rentabilidad de cada cliente.
Nivel 3:
- Cambio de mentalidad de trabajo en silos por enfoque dinámico en procesos interfuncionales horizontales.
- Gestión de prioridades y coordinación del trabajo de forma funcional: procesos conformados por representantes de las funciones y un “responsable” (trabajo en células).
- Indicadores de gestión de amplio alcance, actualizados y monitoreados.
- Cultura colaborativa de alto desempeño.
Nivel 2:
- Procesos estables con métodos flexibles que permiten una acción ordenada de los pedidos de los clientes.
- Capacidad de entrega de órdenes en las condiciones comprometidas, de la mano de proveedores estratégicos.
- Conocimiento de las capacidades operativas de la cadena de suministro.
- Proceso de planeación de la demanda basado en métodos estadísticos.
- Sistemas de información de acuerdo a procesos horizontales que permiten capturar datos durante la ejecución
- Indicadores para evaluar cuánto de lo planificado ha sido cumplido y la precisión de los pronósticos de la demanda.
- Se miden tiempos e inventarios en toda la cadena de suministro con el fin de planear y automatizar abastos.
Nivel 1:
- Frecuentemente incumplen su promesa de entrega.
- No se tiene visibilidad de entregas.
- No hay mediciones integrales de los procesos.
- Baja cooperación entre áreas.
- No existen métodos adecuados de planeación de demanda.
- Son recurrentes las compras de urgencia, los turnos de producción extendidos y los excesos de inventario.
- Inadecuados sistemas de información.
Según el nivel en el que se encuentre, la compañía puede emprender tareas y adquirir capacidades con el fin de consolidar procesos con calidad y asegurarse de una mejora continua.
Implementar el IML representa romper paradigmas de gestión; sin embargo, representa una oportunidad de desarrollar ventajas competitivas. Sin duda, la colaboración dentro de la cadena de suministro sugiere una evolución que no debería limitarse al uso de herramientas sino a la manera en que estas herramientas ayudan al cumplimiento de estrategias.
En Solistica somos expertos en cadenas de suministro y con nuestros procesos y herramientas innovadoras garantizamos que siempre nos encontremos en el nivel más alto de madurez logística. Además, colaboramos con nuestros socios para que ellos también se encuentren en ese nivel.