La cadena de frío es indispensable para la distribución de productos perecederos y tiene el fin de extender su tiempo de vida y conservar sus propiedades, especialmente cuando se trata de alimentos y vacunas, que pierden su efectividad, y pueden verse afectados o tener variaciones en su temperatura al romperse la cadena de frío.
Cadena de frío para vacunas
Para que las vacunas conserven sus propiedades deben resguardarse bajo ciertas condiciones. La mayoría deben conservar una temperatura en un rango de variación máximo permitido entre los 2ºC y los 8ºC, desde su producción hasta su administración al paciente.
De acuerdo con el tipo y volumen de vacunas por almacenar, el tiempo que deben permanecer en un lugar y los sitios a distribuir se establecen los sistemas de refrigeración para almacenamiento. Según la Organización Panamericana de la Salud existen tres niveles de distribución de la cadena de frío:
- Centro de distribución comarcal, central o nacional: la actividad abarca todo el territorio nacional, debe contar con equipo con capacidad suficiente que mantengan temperaturas de conservación por amplios periodos (de seis a 18 meses).
- Almacén regional o distrital: le corresponde una parte del territorio, es decir, departamento, provincias o gobernaciones, cuyo equipo depende del número de población por atender y del volumen de vacunas por almacenar en periodo limitados (de tres a seis meses).
- Almacén local: abarca puestos de vacunación, centros de salud, ambulancias, consultorios locales y hospitales, donde deben almacenarse por periodos muy cortos (de uno a tres meses).
La importancia de la cadena de frío en la vacunación radica en mantener su continuidad, ya que cualquier falla en las operaciones compromete seriamente la calidad de los biológicos. Por lo que se requiere de equipo y material especial para el buen funcionamiento a lo largo de la cadena de suministro.
Para establecer la dimensión de los equipos de refrigeración se necesita conocer el volumen de las vacunas a almacenar. Existen dos tipos de presentaciones:
- Unidosis: están dentro de un dispositivo de prellenado autodestructible, que brinda mayor seguridad al estar integradas la vacuna y la jeringa. El uso de unidosis simplifica el transporte frío y reduce el desperdicio en un 5%, pero incrementa el número de equipos requeridos para monitoreo de temperatura y el espacio de almacenamiento.
- Multidosis: son viales de vidrio disponibles en diversos tamaños, que incluyen dos, cinco, 10 o 20 dosis. Estas son más adecuadas para vacunas baratas en lugares en donde hay poca capacidad de almacenamiento en frío.
Conservación de las vacunas
Todos los productos biológicos van perdiendo su efectividad poco a poco hasta su fecha de caducidad, la cual se calcula bajo la primicia de que se conservarán en condiciones adecuadas de temperatura.
Para un adecuado control de las condiciones en las que se encuentran los productos biológicos se requiere llevar un registro de las temperaturas a las que han sido sometidos. Para esto hay que considerar
- Termoestabilidad o estabilidad térmica: las vacunas más termolábiles, es decir, las menos resistentes a temperaturas altas, se deben ubicar en las zonas más frías. Las vacunas termoestables deben almacenarse en las zonas menos frías. Cuando se almacenen en refrigeradores, nunca deben colocarse en las puertas de éstos.
- Accesibilidad: es necesario colocar fuera del almacén un plano que muestre la ubicación de las vacunas. Las vacunas de uso más común deben almacenarse en las zonas con más fácil acceso a fin de limitar aperturas de puertas.
- Caducidad: Si se almacenan lotes de distinta caducidad, siempre serán los de la fecha más próxima los que tengan prioridad de salida.
Los equipos utilizados en la cadena de frío para la conservación de la temperatura dependen del volumen de almacenamiento y se dividen en cámaras, refrigeradores, congeladores y cajas térmicas.
Cámaras de refrigeración y congelación
Son utilizadas para el almacenaje de grandes volúmenes. Están diseñadas para mantener en su interior una temperatura con un rango de variación de +/- 3ºC.
Pueden o no tener una precámara, la cual es un área para llevar a cabo registros sobre control, recepción y distribución. La determinación de la precámara depende del flujo de trabajo y de la diferencia entre la temperatura interior de la cámara y la del medio ambiente.
Para garantizar la operación del equipo y la seguridad de los biológicos y de los usuarios, las cámaras de refrigeración y congelación requieren estrategias de seguridad, por ejemplo:
- Alarma visual y auditiva que indique cuando la temperatura esté en el límite, cuando la luz esté encendida o existan fallas.
- Sistema de refrigeración (refrigeración, condensador, evaporador, compresor o difusor) doble que trabaje de manera alterna, así si se descompone uno, no se detiene la operación.
- Sistema de emergencia eléctrica o planta de emergencia interconectada a los sistemas de refrigeración y alumbrado, que garantice la operación por mínimo 12 horas.
- Sistema de regulación del suministro eléctrico que suprima variaciones de voltaje.
- Puerta de acceso con sistema de emergencia que permita abrir la puerta desde el interior de la cámara.
- Luz fría (fluorescente, LED) que no produzca calor en el interior de la cámara.
- Equipos de medición, monitoreo y registro.
- Doble sistema de medición de temperatura: la primera que dependa del suministro eléctrico, y la segunda, de baterías.
- Forma de despliegue de la medición registrada doblemente: una digital y otra gráfica.
Refrigeradores y congeladores
Son equipos que se utilizan para almacenar volúmenes medios de vacunas en niveles de jurisdicción o unidades médicas. Cuando maneja una temperatura de almacenamiento entre los 2ºC y los 10ºC, se les llama refrigeradores; cuando maneja temperaturas menores a los 0ºC, congeladores. Existen dispositivos híbridos que cuentan con ambas secciones.
Se recomienda instalarlos en un ambiente fresco, bien ventilado, a la sombra y alejados de toda fuente de calor; separarlos 15 cm de la pared y mínimo 45 cm del techo; y colocarlos sobre una superficie horizontal. Hay varios tipos:
- Por compresión: para almacenar vacunas en las unidades operativas donde se dispone de energía eléctrica permanente.
- Fotovoltaico o de energía solar: para almacenar vacunas en regiones de difícil acceso y donde los recursos energéticos comunes no existen o son difíciles de conseguir.
- Por absorción: se utilizan en regiones o zonas donde no se dispone de suministro de energía eléctrica. Requieren de combustibles líquidos (keroseno) o gaseosos (propano, butano, etc.).
- Con paredes de hielo: deben abastecerse de energía eléctrica mínimo ocho horas. Se compone de tubos o paquetes fríos con agua alrededor de las paredes del gabinete. Almacenan vacunas a 8ºC por un lapso menor a 48 horas.
- Cajas térmicas o termos refrigerados: se usan para volúmenes pequeños, fabricados con paredes aislantes de poliestireno o poliuretano. Son cajas con estructura aislante y con capacidad de acomodar paquetes fríos alrededor de las vacunas. Se usan para cumplir actividades de vacunación intra y extramuros.
Todas las unidades refrigerantes (cámaras frías o refrigeradores) deben contar con graficadores que incluya la fecha y la hora del registro de la temperatura, directorio de emergencia y un espacio para observaciones. Se recomienda llenar este formato al menos cada 12 horas.
Solo registrando y monitoreando continuamente la temperatura de almacenaje se puede garantizar la calidad de una cadena de frío. Los termógrafos son controladores que permiten registrar la temperatura de forma continua. Por su parte, los data loggers son dispositivos que monitorean la temperatura de las vacunas durante su transportación. Leen varios tipos de señales eléctricas y registran los datos en una memoria interna para su posterior descarga en una terminal y permiten exportar los datos a una hoja de cálculo y graficarlos.
Además, es necesario dar mantenimiento continuo y preventivo a los equipos de enfriamiento para adelantarse a las fallas, así como contar con sistemas de respaldo que eviten que la cadena de suministro en frío se rompa en algún momento.
Las consecuencias de no mantener la temperatura de las vacunas según las especificaciones del fabricante es que se administre una con potencia inactiva o ineficaz, es decir, que no brinde inmunidad.
Cadena de frío para alimentos
Para mantener los alimentos se puede optar por refrigerarlos a temperaturas aproximadas a los 4ºC, o bien congelarlos hasta los -18ºC. Si van a ser consumidos poco tiempo después de ser obtenidos o fabricados, se recomienda la primera opción, pero si se desea mantenerlos en buen estado por más tiempo, lo mejor será congelarlos.
Al cumplir con los estándares de la cadena de frío en los alimentos, se logra:
- Frenar la reproducción de microrganismos que puedan ocasionar enfermedades.
- Evitar su degradación.
- Preservar sus propiedades organolépticas (aroma y sabor).
- Mantener las propiedades nutricionales.
Cuando un alimento se congela, la temperatura debe mantenerse estable durante todo el proceso logístico:
- Producción y tratamiento: para preservar los alimentos durante su manipulación se recomienda llevarlos en cámaras frigoríficas.
- Transporte: los alimentos deben viajar en vehículos especiales que cumplan con la normativa. Hay que prestar atención a los momentos de carga y descarga, pues puede suceder que cambien su temperatura.
- Almacenamiento: se recomienda almacenarlos en cámaras, túneles o frigoríficos, así como colocarlos en superficies adecuadas y controlar su temperatura con sensores.
- Distribución: hay que poner especial atención a la temperatura e inspeccionar los puntos de venta para garantizarla.
Conoce las capacidades de cadena de frío de Solistica
Solistica en la cadena de frío
En Colombia, Solistica cuenta con uno de los cuartos fríos más grandes de Sudamérica dedicado a la refrigeración de productos farmacéuticos y hospitalarios. De la misma manera, cuenta con capacidades para la cadena de frío en Brasil.
Gracias a su sistema de monitoreo de temperatura y su sistema de trazabilidad, se garantiza la conservación de productos a las temperaturas indicadas por el fabricante, lo que permite reducir las mermas y asegurar la entrega en las mejores condiciones.
A través de una serie de preguntas logísticas respondidas por los clientes, determinan la necesidad de cadena de frío en almacenamiento, transporte y acondicionamiento de cada producto según el tipo, los requisitos, protocolos e insumos.
Solistica está por inaugurar un gran centro logístico integrado para la cadena de frío. Su nombre será MegaFreeze y ofrecerá servicios de almacenamiento, acondicionamiento y transporte en un mismo lugar. De esta manera, los clientes tendrán mayor control de sus productos farmacéuticos y se agilizará el flujo de sus operaciones, manteniendo siempre las condiciones de temperatura y humedad necesarias.
Sin duda, MegaFreeze será la solución perfecta para envíos vitales urgentes. Gracias a su ubicación estratégica en Bogotá, podrán acceder a lugares de manera más ágil y salvar vidas.